Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también llamados Objetivos Mundiales, son “un llamado a la acción global para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad.” Es decir, son acciones para la toma de conciencia respecto a diversos temas. Fueron adoptados en 2015 por las Naciones unidas y constan de 17 puntos temáticos

  1. Fin de la Pobreza
  2. Hambre Cero
  3. Salud y Bienestar
  4. Educación y Calidad
  5. Igualdad de Género
  6. Agua Limpia y Saneamiento
  7. Energía asequible y no Contaminante
  8. Trabajo Decente y Crecimiento Económico
  9. Industria Innovación e Infraestructura
  10. Reducción de las Desigualdades
  11. Ciudades y Comunidades Sostenibles
  12. Producción y consumo responsable
  13. Acción por el Clima
  14. Vida Submarina
  15. Vida de Ecosistemas Terrestres
  16. Paz, Justicia e Instituciones Sólidas
  17. Alianzas para Lograr los Objetivos

El ODS 14 “Vida Submarina” tiene por objetivo “conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.” Se busca el cuidado del ecosistema marino ya que “las zonas marinas protegidas contribuyen a la reducción de la pobreza aumentando los ingresos y mejorando la salud de las personas.” Apunta además a la conservación de la diversidad biológica.

Las metas de este objetivo son:

  • De aquí a 2025, prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la producida por actividades realizadas en tierra, incluidos los detritos marinos y la polución por nutrientes.

  • De aquí a 2020, gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos adversos importantes, incluso fortaleciendo su resiliencia y adoptar medidas para restaurarlos a fin de restablecer la salud y la productividad de los océanos.

  • Minimizar y abordar los efectos de la acidificación de los océanos, incluso mediante una mayor cooperación científica a todos los niveles.

  • De aquí a 2020, reglamentar eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y las prácticas pesqueras destructivas y aplicar planes de gestión con fundamento científico a fin de restablecer las poblaciones de peces en el plazo más breve posible, al menos alcanzando niveles que puedan producir el máximo rendimiento sostenible de acuerdo con sus características biológicas.

  • De aquí a 2020, conservar al menos el 10 % de las zonas costeras y marinas, de conformidad con las leyes nacionales y el derecho internacional y sobre la base de la mejor información científica disponible.

  • De aquí a 2020, prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la pesca excesiva, eliminar las subvenciones que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y abstenerse de introducir nuevas subvenciones de esa índole, reconociendo que la negociación sobre las subvenciones a la pesca en el marco de la Organización Mundial del Comercio debe incluir un trato especial y diferenciado, apropiado y efectivo para los países en desarrollo y los países menos adelantados.

  • De aquí a 2030, aumentar los beneficios económicos que los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados obtienen del uso sostenible de los recursos marinos, en particular mediante la gestión sostenible de la pesca, la acuicultura y el turismo.

  • Aumentar los conocimientos científicos, desarrollar la capacidad de investigación y transferir tecnología marina, teniendo en cuenta los Criterios y Directrices para la Transferencia de Tecnología Marina de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, a fin de mejorar la salud de los océanos y potenciar la contribución de la biodiversidad marina al desarrollo de los países en desarrollo, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados.

  • Facilitar el acceso de los pescadores artesanales a los recursos marinos y los mercados.

  • Mejorar la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos aplicando el derecho internacional reflejado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que constituye el marco jurídico para la conservación y la utilización sostenible de los océanos y sus recursos, como se recuerda en el párrafo 158 del documento “El futuro que queremos”.